lunes, 10 de octubre de 2011

CONVIVE VI

Este concurso que anualmente se desarrolla en un determinado sector o región de Colombia, intenta buscar soluciones habitacionales a nivel social, conjugar el medio ambiente, las construcciones sostenibles y sustentables dentro de las comunidades locales y nuevas tendencias arquitectónicas; mediante propuestas académicas realizadas por jóvenes estudiantes de arquitectura que piensan en los retos como soluciones prácticas aplicables en los entornos que se desarrollan.
El reto que plantea el concurso CONVIVE VI para este año, es dotar de espacios públicos y dinámicos, intervenir en el desarrollo urbano de forma prospectiva, equipar de adecuadas y funcionales unidades habitacionales; para de alguna manera mejorar la calidad de vida de los habitantes de Uribia, departamento de La Guajira. Optimizando las prácticas ancestrales y fortaleciendo la identidad local con visión al 2050.
Dentro del sector habita un significativo grupo de personas correspondientes a la etnia indígena de los Wayuu, los cuales poseen una riqueza cultural y conocimientos retenidos en la memoria, que han pasado de una generación a otra para plasmarse en un sinnúmero de objetos tejidos de singular belleza, elaborados en diversidad de técnicas, formas y colores.
Los Wayuu, no concluyen el ciclo de vida con la muerte, ya que la gente continúa relacionada con los huesos del difunto. Los entierros son acontecimientos importantes en los que los parientes del muerto actúan de forma natural con un sentido de legado ancestral e identidad, pues son residencia de los antepasados y marcan su noción misma del territorio.
En cuanto a las rancherías, está conformada por algunas zonas individuales y organizadas de manera separada, de tal modo que la conexión entre espacios esta dado por un patio interior-exterior. El núcleo de relación social está destinado en la cocina-comedor que reúne a la familia para compartir alimentos, una casa está destinada para las hijas mujeres y otra para los hijos hombres, de igual manera los animales viven en otra separada; ningún espacio contiene dos funciones a la vez pero se conjugan uno con los demás.
Es por eso que la cosmovisión indígena Wayuu plantea nuevos desafíos en diseño de espacios armónicos que contribuyan al desarrollo sustentable y sostenible donde lo social, ambiental y edificado conjuguen la cultura de la comunidad y que fortalezcan la identidad de cada uno de sus habitantes.
Otro condicionante es que su economía está basada en industrias extractivas mineras, el carbón ha generado regalías significativas al sector pero de igual manera no ha sido fuente de un crecimiento económico sostenido, ni ha contribuido a crear una sociedad más equitativa, la mayoría continúa viviendo en condiciones de pobreza e inequidad que no guardan relación con los flujos de inversión que tienen lugar en la zona. La comunidad de Uribia se encuentra en un cambio constante, debe avanzar hacia un mercado ambientalmente responsable, la conciencia por el desarrollo y construcción sostenible.
Debido a que el concurso nos enfrenta a un escenario post minero, debemos pensar en un escenario que privilegie los aspectos sociales y ambientales sobre los estrictamente económicos, de esta manera proyectarnos a una economía  sustentable conjugada con una ecología equilibrada y socialmente aceptable. Estos son los desafíos y objetivos que cada uno de los participantes asumimos de forma particular y aceptamos de forma ligada con la comunidad de Uribia.
Raquel Espinosa, Taller de Arquitectura VII

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